Crear no tiene edad, raza, o religión, lo que creas es lo que revelas con tus acciones, ese impulso de hacer algo es comunicar tu visión del mundo, tus anhelos y esperanzas, algunas características como la observación, curiosidad, investigación y planificación dan como resultado la ejecución de la idea.
Para llevar tu idea a cabo primeramente debes “aterrizarla” sacarla de tu mente y ponerla en papel, tu cerebro revelara cosas increíbles en este paso.
ELIMINALOS
Ahora comenzaran subir las escalinatas a tu cerebro, los abucheadores que viven en ti, los que te dicen que nada será posible, que no cuentas con el capital ni el tiempo, que tu idea seguramente ya la tiene otra persona y que tu no serás capaz; desde ahora debes dejarles claros que tú eres el jefe y que tu determinación y resiliencia te llevaran a la meta.
ACTÚA
Empieza donde quiera que estés, si la idea surgió en un sueño no esperes a tomar el café de la mañana, quizás sea muy tarde y habrás olvidado parte importante de la misma.
No pienses en demasía inicialmente si tiene o no tiene sentido, recuerda que todos los grandes creadores fueron llamados locos en su momento.
Una vez que ya tenga algo de forma piensa si es algo sustentable, no todas las ideas deben ser negocios pero muchas grandes soluciones mueren por no ser sustentables a lo largo del tiempo.
Posterior a esto te toca vestirte de conejillo de indias, sé el primer cliente/usuario de esa idea, imagínate probándola, piensas en que cosas son indispensables para su éxito, que herramientas debe tener para solucionar la problemática para la que nació y en este punto no te distraigas.
Ahora CREA así sea en cartón, sal a buscar todo lo que necesitas para hacerla realidad, si es necesario vender ponte tu traje, y sal a convencer, recuerda que no existe ninguna idea mejor que la tuya y nadie tan bueno como tú, muchos se uniran a ti si logras crear un movimiento
Ten perspectiva pero también paciencia, no te desesperes ni te des por vencido pues los baches son parte del proceso.
Disfruta de tu éxito, date algo de tiempo para revisar que cosas salieron bien y mal en este proceso, deja que crezca y continúa creando.